Never can say goodbye



Desde el primer instante sintió su cuerpo como sacudido por un trallazo eléctrico de alto voltaje, invadido de pronto por un hormigueo, un deseo irrefrenable de moverse que le recorría cada rincón desde la punta de los dedos de los pies hasta el último pelo de la alborotada cabeza. Comenzó de pronto, sin calentamiento previo, dejándose llevar, con movimientos bruscos y agitados, completamente poseída por el ritmo. Perdió en ese instante cualquier sentido de la realidad, del tiempo, de la prudencia, del pudor... y se lanzó por la casa a ese alegre desenfreno, esparciendo a su alrededor todo el montón de adrenalina que acumulaba dentro de sí, con una enorme sonrisa en los labios.
Cuando volvió el silencio, se dejó caer, fatigada, sobre el sofá marrón de la entrada. Satisfecha, con la sonrisa puesta todavía, pensó que realmente debía hacer unas dos o tres vidas que no bailaba. Y cómo lo necesitaba...

Comentarios

Freia ha dicho que…
Vaya, vaya... así que nuestra todavía no sorprendida mosca y nuestra bailarina compulsiva y convulsa, sienten hormigueos y se lanzan desenfrenadamente en pos de su irrefenable pasión, ya sea el baile o el dulce. Curioso, curioso.
Rocío Rico ha dicho que…
... jejeje, y mi querida amiga Freia sigue uniendo a los protagonistas de este blog, posiblemente en pos de esa imagen de una servidora que no se consigue formar...

Pues no soy una mosca, aunque sí, de vez en cuando me entran ganas de bailar.
Anónimo ha dicho que…
¡Que ochenteros los Bronski Beat! Mola. Piénsate para otro día aquella que cantaban a duo de "Don't leave me this way", que es como todo lo contrario de "Never can say goodbye". Te diría adios, pero no puedo.

(el theremin no es exactamente como el radar de los murciélagos. A lo mejor algún día encontramos la oportunidad para combinar una de esas tutorías nocturnas con las cañitas pendientes)
Rocío Rico ha dicho que…
No es exactamente, pero se basa en lo mismo... ¿no?

Jo, yo que creía haberlo entendido y me va a caer un suspenso.

¿De cañas, por la noche? Me temo que nadie se va a creer que es una tutoría ;-)
Anónimo ha dicho que…
El murciélago lanza un gritito que los humanos no oímos, el sonido rebota y cómo tienen un oído superfino localizan objetos por el eco. Me parece que cómo el sónar de los submarinos.

Lo del theremin yo diría que es más como cuando tocas la antena con los dedos y tu cuerpo hace de antena. Pero es que tampoco voy a saber yo tanto si entramos al detalle.

A ver, ¿es qué no has oído esa expresión de darle caña a los alumnos? Pues eso. Hazme caso que el profe soy yo.
Freia ha dicho que…
¡Me volviste a pillar!

Menos mal que no te mosqueas

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