Chema

Sentía las lágrimas brotar con tanta fuerza que hacían que los ojos le escocieran. Eran como cascadas, densas e imparables, y trataba en vano de disimularlas pretendiendo borrar su huella pasándose por la mejilla una mano torpe, poco acostumbrada a estas labores. Sobre sus rodillas descansaba aún el motivo de su desconsuelo, una pequeña nota escrita en un papelito rosa con un sello adhesivo de la Barbie Princesa: "Eres el mejor papá del mundo. Te quiero mucho".

Después de tantas cosas que le habían pasado en la vida, después de superar tantos obstáculos con actitud firme y desafiante, de creerse forjado de piedra y acero, de presumir de no haber llorado desde donde su memoria alcanza... después de afirmar que las lágrimas sólo demuestran una debilidad inasumible en un hombre como él, aparece una niñita de ojos grandes y negros y le hiere de muerte, en el sitio preciso de la dura coraza bajo el que se encontraba su corazón, con una nota escrita con lápiz violeta, un beso y un abrazo, justo antes de alejarse dando saltitos y agitando sus coletas de pelo ensortijado.

¿Por qué al final, cuando uno se hace con un buen callo para no sufrir los golpes, resulta que lo que más duele es sentirse querido?

Comentarios

Entradas populares