Music non stop
Siempre hay un momento en que las cosas que un día quisimos se
vuelven ausencias y duelen como boquetes abiertos en el estómago, y
entonces las canciones que nos transportaban a ellas se vuelven
malditas, y no las vuelves a escuchar, porque solo una nota ya te hace
vibrar algo muy dentro, algo que sabes que va a doler, y no quieres, y
pasan los años y crees que lo has superado, pero no, en realidad es
simplemente que no habías vuelto a oír esa jodida canción, y un día la
ponen en algún bar, a traición, y
mientras alguien dice emocionado "oh, esta canción me encantaba", tú
contemplas atónito cómo el ojo de Sauron se ha formado en tu pecho y
comienzan a salir por él todas tus vísceras a borbotones, pero sonríes
como un tonto, y entiendes lo que debe sentir un buzo que se queda sin
oxígeno, porque seguro que son exactamente esas mismas ganas de salir
corriendo de allí.
No sé si sabes lo que quiero decir.
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