B.S.O.: Cuatro Rosas
A veces aún me sorprendo de cómo un sentido llama a otro. Todavía, tantos, tantísimos años después, oigo esta canción y me transporta al verano de mis quince años.
Mientras la escucho algún milagro debe suceder, porque puedo sentir el sabor a chicle de fresa ácida, a flash de limón, a aquel cóctel extraño que hacíamos para reírnos sin saber de qué en torno a una hoguera; puedo oler el campo recién humedecido por la lluvia de una repentina tormenta de verano, el cloro de la piscina abarrotada, el alquitrán de la carretera derritiéndose bajo nuestros pies a mediodía; puedo sentir el viento de la tarde sobre mi piel recién duchada, la tirantez de mi cara en los ratos tumbada al sol, la piel de gallina por notar una mano en la cintura cuando menos lo esperaba.
La música es magia.
Comentarios
Todavía puedo acordarme de todos y cada uno de los detalles de una mañana de abril en el Retiro, un día de novillos, cuando escucho Las cuatro y diez de Aute. Aún se me pone la carne de gallina.
Un abrazo
Besos
La música me puede traer recuerdos y sensaciones. Pero todo sucede en la actualidad. Y ahora, gracias a Freia, oigo más.
La verdad es que me dais envidia.
Son las palabras lo que me provoca (sin darme cuenta, había dejado de teclear y estaba tirando para atrás).
Seguimos teniendo dentro el cuerpo eléctrico que tuvimos.